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miércoles, 28 de mayo de 2014

Miércoles Mudo - Todo tiene otra perspectiva



Acantilados Toñanes

Acantilados de Toñanes (Cantabria-España)


Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.


¡Feliz Miércoles!


miércoles, 7 de mayo de 2014

Miércoles Mudo - Sonríe, es un hábito muy saludable!

Sonreir



Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.


¡Feliz Miércoles!


Una MADRE es un tesoro

El domingo morí un poquito más, si cabe, de amor.

Amor por mis niñas.

Que me llenaron de besos.
Que no pararon de decirme "te quiero chucho"
Que me hicieron los mejores regalitos del mundo mundial.
Que me iluminaron la cara con sus sonrisillas.
Que me llevaron el desayuno a la cama.
Que me abrazaron sin parar.

Estas fueron sus obras de arte, hechas en el cole y en la guarde para mamá :) 



Desde aquí felicito a TODAS las súper mamis, en especial a la mía que es un auténtico tesoro de la que no puedo estar más orgullosa! 

Os dejo una cosita muy bonita que leí el otro día: 

"¡Felicidades mamás!


A las que les cambió la vida el mismo día en el que le salieron dos rayas al predictor. A las que se pasaron medio embarazo vomitando y el otro medio con ardores. A las que engordaron 20 kilos y no encontraban postura en la que vivir. A las que disfrutaron de las bondades de la epidural y a las que sufrieron una a una las contracciones de la muerte.

A las que le entregaron un bebé al que no tenían muy claro cómo mantener con vida. A las que se emocionaron junto al padre cuando la habitación del hospital por fin se quedó vacía. A las que llenaron la casa de cachivaches que en realidad no servían para nada. A las que tenían miedo de no hacerlo bien. A las que cambiaron las noches de juerga por las noches de insomnio.

A las que aprendieron a cambiar pañales a la velocidad del rayo. A las que dejó de importarles llevar la camisa con manchas de leche y otras sustancias innombrables. A las que llenaron el armario de peleles. A las que se metieron por primera vez en una cocina para hacer un vegetal. A las que aprendieron a hacer malabarismos para sobrellevar los cambios. A las que lloraron de desesperación y estrés.

A las que se emocionaron en el espectáculo de Navidad del cole y rieron como locas viendo a sus polluelos bailar. A las que mandan vídeos de sus niños por whatssap. A las que cambiaron las pelis por Canal Disney. A las que perdieron la vergüenza y el ridículo para arrancar una sonrisa. A las que cantan a voz en grito por la calle. A las que cuentan mil cuentos cada noche. A las que llevan el bolso hasta arriba de envoltorios de chicles y restos de gusanitos.

A las que han hecho de Caillou y Dora nuevos miembros de la familia. A las que se inventan historias de princesas valientes y piratas a la entrada del médico. A las que cada noche sortean juguetes por el suelo y se hincan el mobiliario de la Casa de Minnie en la planta de los pies. A las que no disfrutan de un baño en solitario desde el 2000 y se resignan a una ducha rodeada de muñecos de goma.

A las que gritan como locas en plena calle para que los nenes no se acerquen a la carretera. A las que se despiertan en la noche para comprobar que siguen respirando. A las que tienen plaza fija en el pediatra. A las que se levantan veinte veces de la mesa para atender a la prole. A las que se emocionan cuando les abrazan unos bracitos rechonchos y les acarician unas manos pegajosas. A las que echan de menos la libertad y apenas pasan una noche fuera, gastan la batería del móvil.

A las que fueron escrupulosas y ahora no hay mejor manera de despertarlas que con un beso baboso. A las que se quejan de la mala vida maternal y planean cuándo buscar otro. A las que tienen la espalda destrozada y siguen jugando a los caballitos. A las que organizan fiestas sorpresa de cumpleaños. A las que juegan al escondite pasados los 30. A las que se derriten con una mirada somnolienta y una sonrisa de dientes de leche.

Y en definitiva a todas aquellas, que acumulan ojeras, estrés, mala vida y un montón de momentos maravillosos que son los que hacen que, efectivamente, todo este trajín merezca la pena.

¡Felicidades mamás!"